Estados Unidos vivió este sábado su quinta noche de saqueos, violencia, destrucción y quema de vehículos en las protestas por la muerte de George Floyd, un hombre de raza negra, a manos de un policía blanco, que lo asfixió al presionar la rodilla contra su cuello en el suelo, cuando era detenido el pasado lunes en Minneápolis.
En la ciudad de Los Ángeles los manifestantes se enfrentaron con La Policía, un agente resultó con fractura de cráneo, incendiaron vehículos policiales y saquearon cientos de negocios.
Al menos 345 detenidos, unos 33 policías resultaron heridos y unos 47 vehículos policiales fueron destruidos por los manifestantes en la ciudad de Nueva York.
Un total de 1.700 personas fueron arrestadas en 30 ciudades del país, en las que se ha decretado toque de queda y miles de soldados patrullan las ciudades este domingo tras cinco noches consecutivas de protestas contra el racismo y la brutalidad policial en Estados Unidos.