Desde el pasado jueves 3 de octubre, el Ecuador paralizó todas sus actividades tras el anuncio de nuevas medidas económicas impulsadas por el Gobierno del presidente Lenin Moreno. El Decreto #883 del Gobierno eliminó el subsidio y elevó el precio de los combustibles, por ello los gremios del transporte y demás organizaciones políticas y sociales iniciaron un paro nacional.
Después de fuertes enfrentamientos en calles y carreteras entre ciudadanos y las fuerzas policiales y militares, tras el Estado de Excepción decretado por el presidente Moreno, cerca de 400 personas han sido detenidas, decenas de heridos, entre ellos una veintena de periodistas.
El presidente Moreno abandonó el Palacio de Gobierno (Carondelet) de Quito, el mismo día jueves, para buscar refugio en la Base Aérea Militar de Taura en la ciudad de Guayaquil.
El viernes por la tarde, el presidente de los transportistas, Abel Gómez, informó que habían decidido dar por concluído el paro nacional, pero enseguida diferentes organizaciones del transporte nacional, anunciaron que para ellos el paro continúa, porque no están de acuerdo con la decisión de Gómez, quien aparentemente aceptó la posición del Gobierno aumentando el costo de los pasajes, perjudicando a los ciudadanos.
En las últimas horas del viernes, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), Jaime Vargas, anunció que a pesar de que los transportistas decidieron levantar el paro nacional, los indígenas se mantienen firmes en esta decisión y continuarán con la paralización en forma indefinida.
Vargas indicó que continuarán movilizándose por todas las vías del país, hasta que el presidente de la República, derogue el alza de los combustibles y que por ahora han cerrado el diálogo con el Gobierno Nacional.
Por otro lado, uno de los representantes de la comunidad indigena y exdiputado del Congreso Nacional, Salvador Quishpe, haciendo historia señaló a políticos, empresarios y banqueros, de ser siempre los beneficiarios de todos los Gobiernos de turno, de la explotación al pueblo y al saqueo del Estado. Quishpe llamó a continuar en la lucha hasta que el país recupere su estabilidad y la paz social, destruida en casi dos años por el regimen de Moreno.